SER DIFERENTE
En días de pandemia, y con un ambiente político tan siniestro, en realidad, no nos han dejado mucho espacio para inspirarnos o recargar energías. Con el futuro cada vez más incierto y que, por desgracia, se vive la misma situación en miles de lugares y se comparte el mismo sentimiento en miles de seres humanos, tristemente, esta pandemia no sólo nos ha traído muerte y un cambio brutal en el día a día de nuestras vidas. Es atemorizante saber que, lo que conocimos como «vida normal», jamás volverá a ser como lo que una vez conocimos como «vida normal».

En días de pandemia, y con un ambiente político tan siniestro, en realidad, no nos han dejado mucho espacio para inspirarnos o recargar energías. Con el futuro cada vez más incierto y que, por desgracia, se vive la misma situación en miles de lugares y se comparte el mismo sentimiento en miles de seres humanos, tristemente, esta pandemia no sólo nos ha traído muerte y un cambio brutal en el día a día de nuestras vidas. Es atemorizante saber que, lo que conocimos como «vida normal», jamás volverá a ser como lo que una vez conocimos como «vida normal».
SER DIFERENTE
Bajo un sólo amor
Por Roberto B. Hernández
Alianza News
Al final, tal vez lidiar con la pandemia, como tal, no sea tanto el problema, sino las personas que están llevando el control y erradicación de la misma; la manera tan malsana y siniestra de cómo la «administración Trump» nos ha dejado lidiar con esta terrible enfermedad ha sido y es inhumana. Han tomado esta tragedia universal como un arma política para controlar y asegurarse en el poder con una estrategia cargada de mentiras y odio racial que a todos nos ha alcanzado, dejando a generaciones de niños latinos con problemas emocionales para resto de sus días, leyes que han llegado a perder su verdadero sentido por el que fueron creadas para ser utilizadas como armas de odio para atacar nuestras comunidades produciendo dolor y muerte.
Tal vez no haya escogido la mejor introducción para empezar esta nueva etapa de mi vida como columnista para esta publicación, pero, al igual que muchos de ustedes, siento el dolor y la rabia sobre la manera agresiva y abusiva de cómo nuestras comunidades están siendo atacadas. Es frustrante escuchar la mala propaganda cargada con acusaciones y mentiras llenas de odio, destrucción y separación; me es casi imposible dejar de mencionar la xenofobia y el racismo con el que dizque presidente abrió campaña en el 2016 llamando a los mexicanos «narcos, violadores y criminales». Este casi hombre nos ha atacado en lo más sagrado que existe nuestra comunidad latina: la familia. Nos han separado, despedazado y, literalmente, tirado al piso. Es un hombre que ilusamente se cree líder de una nación, cuando en realidad es líder de un clan de hombres y mujeres con prejuicios raciales y sociales en contra de la gente afrodescendiente.
La lista de atrocidades es larga y llena de dolor, principalmente en las comunidades latina y de afrodescendientes, en donde nos han dejado sufrir la pandemia como ninguna otra comunidad en la historia de este país. El casi presidente se ha encargado en elevar el racismo, homofobia y xenofobia a grados de extrema violencia en contra las comunidades de afrodescendientes. La palabra «inmigrante» se ha convertido en una forma de ataque cultural y racial, gritándonos «que nos regresemos a nuestros países», resultando catastrófico para el crecimiento sano de nuestras comunidades. No podemos dejar que la visión malsana de un líder con ideas hitlerianas nos robe, nos quite la paz y los sueños que, como inmigrantes, nos han traído a este país; así como no podemos dejar que el odio de unos cuantos, por nuestro tono de piel, nos siga separando y destruya el trabajo y legado hemos dejado en los campos, en las calles, en nuestros vecindarios y en cada uno de los lugares que nuestros sueños nos han permitido llegar. Sólo recuerden: «Somos uno, pero no somos iguales y, al final, tenemos que cuidar uno del otro bajo un sólo amor». “One”, Bono.